En la ciudad de Famagusta, el distrito costero de Varosha, durante los años sesenta y principios de los setenta era un centro turístico reconocido a nivel mundial, sus playas blancas de aguas cristalinas y el siempre apacible clima mediterráneo lo convirtieron en el lugar preferido de de muchos famosos del momento.
La gente acudía de todos los lugares y el progreso económico del lugar se transformo en grandes bloques de apartamentos y hoteles de lujo a pie de playa para poder dar cabida a todos los visitantes y turistas.
A mediados de agosto de 1978 la alegría y el progreso de esta joya turística, se vio truncada cuando el distrito junto con el norte de Chipre fue tomado por las tropas Turcas. Más de 45000 greco-chipriotas tuvieron que huir de Varosha dejando allí todas sus pertenencias y posesiones.
Hoy una ciudad en la que no pueden habitar personas que no sean los greco-chipriotas, según una resolución de la ONU en 1984 y que por lo tanto personas que no sean los habitantes originales de la ciudad, no han podido asentarse en esta ciudad, que queda muy lejos de lo que un día fue, pero que hoy es simplemente una ciudad llena de edificios vacíos, de hoteles que están intactos desde el día en el que esta ciudad fue abandonada.
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